Querida lectora,
El mensaje de hoy va dirigido a ti, la mujer que has empezado este día luchando por tu lugar en el mundo. Tú, que luchas por un respiro entre todas las actividades que tienes que realizar a lo largo de 24 horas, te preguntas: "¿Merece la pena?".
Sé que cada nueva mañana te enfrentas a dificultades. Pero hoy me gustaría invitarte a resignificar algunos acontecimientos cotidianos que pasan desapercibidos. Hoy, Día Internacional de la Mujer, debemos valorar los logros del pasado y reflexionar sobre los del futuro.
El tráfico, incluso el lento, es el camino que conduce a tu puesto de trabajo; un espacio que te valora por tus capacidades individuales y te da independencia. Por muy sudoroso que sea (a veces, literalmente), el ejercicio de una actividad profesional fue un logro inmenso en la historia de la igualdad de derechos de la mujer, adquirida hace sólo unos 80 años.
Otra cosa: ¿lleva usted, por casualidad, pantalones hoy? Esta insólita pregunta viene a demostrar que una mujer con pantalones era revolucionaria no hace tanto tiempo. Fue a principios del siglo XX cuando mujeres pioneras como Coco Chanel empezaron a desafiar la costumbre de que las mujeres no pudieran llevar prendas tan prácticas y cómodas.
Hoy puedes sacarte el pasaporte sin el consentimiento de nadie. Puedes abrir una cuenta bancaria, ganar y gastar tu propio dinero como mejor te parezca. Puedes votar y ser elegido, participando como ciudadano en la vida de la comunidad. Todo esto era antes un sueño lejano de mujeres fuertes, decididas a que se reconocieran y apoyaran sus sueños.
El mensaje de este día es: ¡mira hasta dónde hemos llegado! Tú, en esta agitada rutina, teniendo tu propio negocio, eres un símbolo viviente de la continua lucha femenina. A todas las mujeres, dondequiera que estéis, celebradlo hoy. ¡Estad orgullosas de vuestras victorias, camufladas por el día a día! Y sabed que aún queda mucho por venir, hasta que cada voz sea escuchada y cada petición sea atendida.
