Tras la creación de su método revolucionario, con entrega de resultados inmediatos, Renata França se convirtió en la masajista más solicitada entre las celebridades brasileñas. Su actuación otorgó valor a la profesión, transformando la vida de miles de mujeres que pasaron a sentir orgullo de trabajar en el área del masaje. Lo que pocos saben es que ella luchó valientemente para superar innumerables desafíos hasta alcanzar la realización de sus objetivos.
Decidida a invertir en los sueños que tenía en el corazón, Renata dejó, en 2001, su tierra natal, Ilhéus (BA), con destino a la capital paulista, y, en compañía de una de sus hermanas, enfrentó los desafíos de estar lejos de la familia. Viviendo en la sala de una escuela de música ubicada en la zona sur de São Paulo, pero dedicada a triunfar en la vida, hacía alrededor de diez masajes por día.
Apasionada por el poder de las manos en llevar salud y bienestar, alimentaba el sueño de desarrollar un protocolo de masaje que entregara resultados ya en la primera sesión, meta que cumplió en 2005.
Con la creación de su propio protocolo, que además del título de revolucionario ganaba cada vez más adeptos y más espacio en los medios, era el momento de emprender nuevos vuelos: tener su propio Spa y, entonces, enseñar su técnica al mundo!
Apasionada por el poder de las manos para brindar salud y bienestar, alimentaba el sueño de desarrollar un protocolo de masaje que ofreciera resultados desde la primera sesión, objetivo que logró en 2005.
Con la creación de su propio protocolo, que no solo se ganó el título de revolucionario sino que también captó cada vez más seguidores y más espacio en los medios, llegó el momento de emprender nuevos vuelos: tener su propio Spa y, entonces, enseñar su técnica al mundo.